El Parc Navarro Daràs fue inaugurado en 1932 como parte de un gran grupo escolar diseñado por el arquitecto Franciso Mora Berenguer que incluía los aularios situados a ambos lados del mismo. Actualmente, la zona central ha quedado convertida en un jardín público que, pese a haber perdido su función como parque escolar, ha sufrido muy pocas modificaciones y conserva el esquema original de zonas verdes.

El conjunto cuenta con un total de 124 paneles cerámicos de entre 8 y 60 piezas. La actuación se centra en la recuperación de los paneles que decoran las pilastras de la balaustrada en la parte inferior de la cara que da al parque y en el desarrollo de una serie de actuaciones mínimas en torno a ellos que detengan los principales fenómenos de degradación que les afectan. Se trata de paneles cerámicos que representan el escudo de la localidad, envuelto en volutas, guirnaldas y motivos vegetales, mostrando en todos los casos diseños diferentes.